A raíz de Filomena se han publicado varios artículos, con el objetivo de poner en valor la integridad que ofrecen los sistemas constructivos que se basan en elementos prefabricados de hormigón ante acciones climáticas de especial severidad [1] [2]. Uno de los aspectos que subyacen en este sentido y que la reglamentación de edificación exige sobre cualquier sistema o material constructivo, es que garantice su comportamiento ante la acción del fuego.

El pasado fin de semana ha sido noticia un espectacular incendio producido en una urbanización de viviendas en Panticosa (Huesca) [3]. Afortunadamente no ha habido que lamentar pérdidas de vidas humanas, pero sí nos debe hacer reflexionar acerca de la capacidad que en este sentido deben alcanzar los edificios, sean del tipo que sean.

Es imprescindible que quienes toman las decisiones sobre cómo conformar los edificios, bien sean arquitectos, ingenierías o las propias administraciones, conozcan tanto las fortalezas como debilidades que los materiales son capaces de proporcionar.

En este sentido, la incombustibilidad natural que ofrece el hormigón en su infinidad de versiones se añade a otras características reglamentarias y funcionales, que hacen que haya sido el principal material escogido para la ejecución de estructuras en las últimas décadas, siendo este el sistema fundamental que debe garantizar la resistencia en el caso de que se desencadene un incendio en un edificio.

Sin embargo, el proceso en el que estamos inmersos que nos debe llevar a alcanzar la neutralidad climática en Europa en 2050 y la enorme contribución que en este sentido tiene la construcción, está creando cierta tentación de virar la elección hacia otros materiales que aparentemente ocasionan menores impactos ambientales [4]. Es preciso plantear una reflexión compartida acerca de qué nos ofrecen unos materiales u otros, de forma especial ante la acción del fuego.

Designando H al hormigón y M al otro material a analizar, volviendo al incendio sucedido en Panticosa, queda claramente de manifiesto el comportamiento inadecuado del material M (áticos totalmente calcinados) y la integridad lograda por el material H con que se definían las plantas inferiores del edificio.

Figura.- Foto de las viviendas de Panticosa tras el incendio. Fuente: Heraldo de Aragón

Estas imágenes nos vuelven a recordar otros incendios de gran impacto mediático, como el del Edificio Windsor en 2005, cuya estructura de hormigón permaneció prácticamente íntegra las largas horas hasta que fue extinguido por completo y que sirvió para demostrar que el H es no solamente el material que mejor se comporta ante el fuego, sino que es el que mejor compatibiliza todas las prestaciones que cualquier material y sistema constructivo debe preservar, tanto en las situaciones constantes (mecánica, energética, acústica…) como en las impredecibles y de gran intensidad (fuego, sismo…) [5].

O más recientemente el sonado incendio de la Catedral de Notre Damme en París cuyas consecuencias son todavía hoy palpables (se estima que no se reabrirá al público hasta finales de 2024) y que provocó un “tsunami” en cuanto a cómo se deben preservar estas construcciones, algunas ya milenarias. “En la Catedral de Valencia es imposible que se produzca un incendio como el de Notre Dame, ya que aquí no hay techumbre de madera y sobre las bóvedas está la terraza, como en Sevilla y otras catedrales españolas (…) Desde hace décadas, buena parte de las catedrales españolas han ido cambiando esas cubiertas por vigas de metal u hormigón, añaden los responsables de los templos de Burgos y Santiago” [6].

También se invita a hacer el ejercicio de comprobar el cálculo a fuego de la reglamentación vigente, utilizando el material H frente al material M. De forma generalizada, el material M tiene una velocidad de carbonización dos veces superior. Y eso sin contar la más que probable protección adicional del material M que perderá con el paso del tiempo, salvo que se revista nuevamente [7].

En cualquier caso, el comportamiento ante el fuego debe encajarse como otra característica más dentro de la construcción que debe hacerse de forma sostenible. La sostenibilidad no es sólo medioambiental, sino también económica y social, por lo que se deberían siempre adoptar soluciones que maximicen el equilibrio entre las tres dimensiones. La acción del fuego es un buen ejemplo: económica por las enormes consecuencias que puede acarrear (reconstrucciones, seguros, mantenimiento, daños sobre otros elementos contiguos…); y social (cuando lamentablemente afecta a la pérdida de vidas humanas).

Figura.- Paneles de fachada que actúan también como vigas de carga, aglutinando en un solo elemento el cumplimiento de las distintas exigencias reglamentarias

En conclusión, ante acciones ambientales cada vez más inciertas y posiblemente más intensas, entre otras el fuego, con una reglamentación más sensible a incorporar una amplia gama de exigencias derivadas de la inevitable respuesta para frenar el cambio climático, las soluciones constructivas con elementos prefabricados de hormigón ofrecen una batería de características que, a través de un diseño adecuado, optimizado y debidamente adaptado a cada caso y proyecto específico, se presentan como una opción idónea en la mayoría de circunstancias.

Figura.- Elementos prefabricados de hormigón imitación en madera, una solución constructiva alternativa a las tradicionales vigas de madera en marquesinas, tejados o pérgolas

Referencias

[1] Construcciones resilientes: el debate entre ligereza o pesadez. CEMENTO HORMIGÓN [+]

[2] Lluvia, nieve, fuego: la resistencia del prefabricado de hormigón. Blog ANDECE [+]

[3] Arden cuatro áticos en Panticosa y 40 personas son desalojadas. El Periódico de Aragón [+]

[4] Las 7 Rutas de Descarbonización de ANDECE, Las 7 R’s de la industria del prefabricado de hormigón [+]

[5] Seguridad frente al fuego de las estructuras de hormigón. CEMENTO HORMIGÓN [+]

[6] Radiografía de urgencia a las catedrales españolas. EL PAÍS [+]

[7] Guía técnica de aplicación del Código Técnico de la Edificación a las soluciones constructivas con elementos prefabricados de hormigón. ANDECE [+]